Esta jalea de membrillo, de un color rosa precioso, funciona muy bien para servir como parte de una tabla de quesos, y también con platos de cerdo o carne de caza. La mejor época para prepararla es en otoño, cuando puedes conseguir membrillos de cercanía porque están en temporada.
Valor nutricional: por ración
Pon el membrillo y la piel y el zumo de limón en una cacerola grande y profunda. Cubre con agua (necesitarás unos 3,2 litros) y lleva a ebullición. Reduce a fuego lento y cocina durante 1 hora y 30 minutos hasta que el membrillo esté muy suave.
Forra un colador con un paño de muselina y colócalo sobre una cacerola muy grande o un bol resistente al calor. Vierte el membrillo en el colador forrado, cubre con un paño de cocina limpio y deja escurrir entre 4 y 8 horas hasta que todo el zumo haya goteado. Desecha la pulpa, luego mide el zumo colado y transfiérelo a una cacerola grande y profunda (la jalea burbujeará mucho al cocinarse). Añade 500g de azúcar por cada 600ml de zumo.
Lleva a ebullición a fuego lento, revolviendo para disolver el azúcar. Dale un hervor rápido y cocina hasta que la temperatura alcance los 105°C en un termómetro para azúcar. Retira del fuego y agrega el agua de azahar, si la usas. Vierte en frascos esterilizados calientes y sella. Se conservará en un lugar fresco y oscuro hasta un año.
