Ensalada caprese
Prepara esta clásica ensalada tricolor italiana, como entrante o acompañamiento. Es muy sencilla, pero cuanto más maduro esté el tomate, mejor sabrá. Una auténtica delicia.
Valor nutricional: por ración
Para el ragú, derrite la mantequilla en una cacerola grande ignífuga a fuego medio hasta que forme espuma. Agrega el apio, la zanahoria, la cebolla, las setas y el romero, salpimienta y sofríe durante 5 minutos.
Sazona la carne, agrégala al plato y cocina 5 minutos hasta que se dore. Verter el vino, añadir los tomates y llevar a ebullición.
Reduce el fuego a bajo, tapa el recipiente y cocina durante 1 hora y 30 minutos, quitando la tapa durante los últimos 30 minutos para que la salsa se reduzca. La carne debe estar tierna pero no demasiado deshecha y la salsa debe estar espesa. Sazonar al gusto. Puedes cocinarlo por más tiempo si tienes tiempo; el sabor solo mejorará.
Para la bechamel, vierte en un cazo la leche junto con la hoja de laurel. Cocer a fuego lento sin que llegue a hervir, apagar el fuego y reservar. En una cacerola de base pesada, derrite la mantequilla a fuego medio, luego agrega la harina y la leche caliente. Batir vigorosamente hasta que quede suave, luego cocinar de 10 a 15 minutos hasta que esté muy espesa. Retira la hoja de laurel y sazona, rallando con nuez moscada al gusto. Agrega el parmesano y las yemas de huevo y déjalo enfriar.
Calienta el horno a 180C/160C ventilador/gas 4. Trabajando en tandas de tres, sumerge las placas de pasta en una cacerola con agua hirviendo con sal durante 20 segundos, solo para que se ablanden, luego colócalas inmediatamente en un recipiente con agua helada.
Frota aceite sobre la base y los lados de una fuente de horno grande. Poner una capa de pasta sobre la base, luego agregar una capa de ragú, seguida de una capa de salsa bechamel. Un buen consejo, para conseguir capas muy definidas, es añadir la salsa bechamel con una manga pastelera.
Repite este proceso hasta haber utilizado toda la pasta y el ragú, y termina con una capa de salsa bechamel por encima. Espolvorea la parte superior con una generosa capa de parmesano.
Hornea de 40 a 45 minutos o hasta que burbujee y esté dorada, luego retírala del horno y déjala reposar durante 10 minutos.
Corta la lasaña en cuadrados y déjala reposar otros 10 minutos antes de servir; esto mantiene las capas definidas y ayuda a que se enfríe más rápidamente.