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  • 7 g de levadura seca activa
  • 70 g de azúcar glas
  • 500 g de harina de fuerza
    más extra para amasar y dar forma
  • 12 g de sal
    (vale la pena pesarla ya que los tamaños de las cucharaditas pueden variar)
  • 2 huevos de corral
    batidos (mantener separados)
  • 70 ml de aceite de girasol
  • semillas de amapola o sésamo
    (opcional)

Valor nutricional: por ración

  • kcal290
  • grasa8.6g
  • saturadas1.3g
  • carbohidratos44.7g
  • azúcares7.2g
  • fibra1.6g
  • proteína7.8g
  • sal1.2g
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Preparación

  • paso 1

    Mezcla la levadura, ½ cucharadita de azúcar y 2 cucharadas de agua templada en un bol pequeño. Remueve para disolver la levadura y luego déjala reposar durante unos 10 minutos, hasta que empiece a hacer espuma.

  • paso 2

    Combina la harina, el azúcar restante y la sal en un bol grande. Haz un hueco en la mezcla y añade 1 huevo batido, la mezcla de levadura y el aceite. Asegúrate de raspar toda la mezcla de levadura en la harina.

  • paso 3

    Mide 250 ml de agua templada; debe sentirse ligeramente caliente, pero no demasiado, ya que una temperatura demasiado alta mataría la levadura.

  • paso 4

    Agrega unos 200 ml de agua a la mezcla de harina y revuelve, primero con una cuchara y luego con una mano. Mantén la otra mano limpia hasta que comiences a amasar.

  • paso 5

    La masa debería empezar a unirse. Si hay muchas partes muy secas, agrega un poco de agua, muy gradualmente para que no se vuelva demasiado húmeda y pegajosa. La masa debe estar húmeda pero no empapada y un poco pegajosa. Si agregas demasiada agua, puedes añadir un poco más de harina para hacerla más manejable, pero trata de no hacerlo.

  • paso 6

    Cuando la masa se haya unido, úsala para limpiar el bol y colócala sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Amasa durante unos 10 minutos; puede volverse más pegajosa, y si lo hace, trata de evitar añadir harina. Usa un poco de aceite en tus manos y en la superficie de trabajo o raspa regularmente esta última con un raspador de masa.

  • paso 7

    Una vez que esté suave, sedosa y un poco elástica, estira los lados hacia abajo y júntalos para formar una bola. Engrasa ligeramente un bol grande y limpio, luego rueda la bola de masa ligeramente alrededor del bol para que la superficie quede cubierta de aceite.

  • paso 8

    Cubre tu bol con film transparente o un paño de cocina limpio y déjalo en un lugar cálido hasta que la masa haya duplicado su tamaño (1-2 horas). Sabes que está lista si, al presionarla ligeramente con un dedo, la hendidura permanece.

  • paso 9

    Forra una bandeja de horno con papel vegetal. Saca la masa fermentada sobre una superficie de trabajo limpia, pésala y divide en 3 partes iguales. Enróllalas en formas de salchicha de unos 25 cm de largo, afinándolas ligeramente en cada extremo. Colócalas frente a ti, paralelas pero con un par de centímetros entre cada una. Júntalas en un extremo y trénzalas, metiendo los extremos.

  • paso 10

    Coloca el pan en la bandeja de horno preparada y cúbrelo ligeramente con film transparente o un paño de cocina. Déjalo crecer en un lugar sin corrientes de aire hasta que esté esponjoso, unos 30-45 minutos.

  • paso 11

    Mientras sube, calienta el horno a 200C/180C/gas 6 y cepilla suavemente el huevo batido restante sobre el pan challah, metiéndolo en todos los rincones. Espolvorea con semillas si las usas.

  • paso 12

    Hornea durante 25-30 minutos o hasta que el fondo del pan esté dorado y suene hueco cuando lo golpeas. Comprueba después de unos 15 minutos y si la parte superior del pan ha comenzado a oscurecerse demasiado, cúbrelo con papel de aluminio. Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla antes de comer.

Prueba esta receta, y luego echa un vistazo a nuestra receta para hacer pan casero. Si quieres más ideas, explora recetas de pan elaboradas con otros cereales, como nuestro pan de espelta, pan de avena o para un bocado dulce, prueba nuestro pan de brioche.

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