Recetas con membrillo, dulces y saladas, para disfrutar de esta fruta otoñal

Pocas frutas evocan tanto el otoño como los membrillos, y más aún si se combinan con miel, como en esta tarta. Es un postre fácil de elaborar y que tiene una pinta verdaderamente impresionante.

Este crumble casero de ciruelas y membrillo, que en su versión más básica consiste en un postre anglosajón de fruta cubierto con una mezcla de harina, azúcar y mantequilla, se cocina lentamente durante casi 4 horas. Sírvelo con natillas de vainilla en cualquier comida otoñal.

Esta receta, por increíble que pueda parecer, es fácil de elaborar: col lombarda glaseada con suave dulce de membrillo y coronada con chorizo picante. Una comida otoñal deliciosa y muy económica, ideal para servir cuando tienes invitados y un presupuesto ajustado.

Esta jalea de membrillo, de un color rosa precioso, funciona muy bien para servir como parte de una tabla de quesos, y también con platos de cerdo o carne de caza. La mejor época para prepararla es en otoño, cuando puedes conseguir membrillos de cercanía porque están en temporada.

Este plato principal, que se puede preparar con antelación, combina la carne de venado con los sabores aromáticos del membrillo y un toque de romero. Se sirve con cavolo nero con mantequilla y puré de patatas con romero y es perfecto para cualquier comida familiar o de amigos.

Este pudin de membrillo al vapor es una delicia: aunque esta fruta es amarga cuando está cruda, se vuelve ligeramente rosada al cocinarla y su sabor tiene notas florales. Es un postre fácil de hacer, perfecto para el otoño, cuando los membrillos están en temporada, y va de maravilla con especias mixtas, canela y jengibre.

Esta receta de aguja de ternera asada a fuego lento y glaseada con membrillo, es riquísima y muy resultona, perfecta para servir en una comida de fin de semana con familia o amigos. A pesar de que el tiempo de cocción es largo, la receta en sí es muy fácil y prepararla te llevará menos de media hora.

El queso salado y la fruta dulce son una combinación ganadora siempre. Este aperitivo, muy versátil, que se puede servir junto con más tapas o como postre, combina triángulos de queso manchego curado con dulce de membrillo. Un plato rápido y fácil que va bien con cualquier comida.

Esta receta de membrillo de temporada ofrece un dos por uno: por un lado, vemos cómo hacer dulce de membrillo, perfecto para acompañar tablas de queso, y por otro lado, también podrás hacer jalea de membrillo. Una forma fantástica de disfrutar de los sabores otoñales todo el año, ya que la jalea se conserva hasta doce meses en un lugar fresco.

Esta jalea ácida de membrillo y arándanos rojos es perfecta para la época navideña: puedes utilizarla como un acompañamiento fantástico para carne asada, o servirla junto a una tabla de quesos. Alternativamente, también puedes elaborarla para regalar, es un detalle precioso.

Este aperitivo sin gluten, que lleva queso halloumi en tiras (un queso chipriota) glaseado con membrillo, se cocina a la parrilla. Un entrante vegetariano perfecto para cualquier evento veraniego.

Este plato de cocción lenta, un cruce entre un estofado persa y un tajín marroquí, lleva especias suaves como canela y azafrán. Sírvelo con arroz, cuscús o panes planos.

Para elaborar este jamón cocido glaseado con jerez y membrillo, los tiempos de cocción se ajustan según su peso, como te mostramos a continuación. El método que seguimos en esta receta, estupenda para la época navideña, es un poco diferente: en lugar de hervir y luego hornear, preferimos cubrir la carne con papel aluminio y hornearla en sus propios jugos antes de glasearla.

Estas delicias dulces, elaboradas con una masa de empanadillas caseras, membrillo y manzanas (cuando no es época de membrillos, puedes sustituirlos por manzanas), y especiadas con canela y nuez moscada, son perfectas para cualquier merienda otoñal.

Estos mini panecillos rellenos de lomo de cerdo con mayonesa de pimentón ahumado y membrillo, servidos con una crujiente ensalada de hinojo, son perfectos para cualquier comida resultona y fácil, y además, los tendrás en la mesa en 45 minutos.

Esta receta de panna cotta cremosa es muy fácil de hacer. Elaborada con suero de mantequilla, tiene una textura ligera y se sirve con membrillos asados en sidra y pistachos. Un postre que lleva tiempo, pero que seguro que impresionará a tus invitados.

Esta versión de la sidra caliente, tan típica de los meses fríos en los países del norte de Europa, se elabora con sidra y zumo de manzana y membrillos de temporada. El membrillo cocido que sobra se puede servir con natillas calientes o requesón como un dulce rápido.

El truco para que esta ensalada te quede perfecta es hervir los membrillos antes de asarlos, así tendrán una textura tierna y cremosa. Luego añádelos a esta colorida ensalada con cuscús y un aderezo picante de jengibre

Este postre no podría ser más otoñal: membrillos asados en vino de Madeira, servidos con yogur griego cremoso y coronados con avellanas tostadas para un toque crujiente que también aporta textura y sabor.

Esta tarta lo tiene todo: una base de masa de almendra, una deliciosa combinación de puré de membrillo dulce en el centro y una cobertura de crumble crujiente, un clásico de la repostería anglosajona que lleva harina, azúcar y mantequilla.