Este clásico coreano se elabora fermentando repollo y zanahorias en una salsa picante y ácida. Prueba esta versión rápida que puedes usar en arroces, carnes y pescados, por ejemplo.
Valor nutricional: por ración
Corta el repollo en tiras de 2.5 cm. Colócalo en un bol, mezcla con 1 cda de sal marina y déjalo reposar durante 1 hora.
Mientras tanto, prepara la pasta de kimchi mezclando el ajo, el jengibre, la salsa de pescado (si la usas), la salsa de chile, el azúcar y el vinagre de arroz en un bol pequeño.
Enjuaga el repollo bajo agua fría, escúrrelo y sécalo bien. Transfiérelo a un bol grande y mézclalo con la pasta, junto con los rábanos, la zanahoria y las cebolletas.
Sirve de inmediato o colócalo en un frasco grande, sella y deja fermentar a temperatura ambiente durante la noche, luego refrigera. Se conservará en la nevera 2 semanas; el sabor mejorará cuanto más tiempo se deje.
