Tarta cementerio para Halloween

Preparación

• paso 1

  Para hacer los fantasmas, precalienta el horno a 110C/90C ventilador/gas ¼. Bate la clara de huevo en un bol limpio hasta que se formen picos firmes. Agrega el azúcar, una cucharada de cada vez, y sigue batiendo un par de minutos hasta que la mezcla sea espesa y parezca espuma de afeitar. Con cuidado, introduce la mezcla en una bolsa de congelación grande, luego corta un agujero de 1,5cm en una de las esquinas. Cubre una bandeja de horno con papel vegetal. Exprime cuidadosamente un pequeño círculo de clara de huevo batida de la bolsa, tirando hacia arriba mientras lo haces para formar una forma de fantasma. Repite hasta que se acabe la mezcla: deberías tener unos 15 fantasmas. Hornea durante 1½ horas hasta que estén crujientes. Se pueden almacenar en un recipiente hermético hasta 2 días.

• paso 2

  Ahora haz la tarta. Precalienta el horno a 180C/160C ventilador/gas 4. Coloca el cacao en polvo, la harina con levadura y el azúcar en un bol grande, rompiendo cualquier grupo de azúcar. Mezcla los huevos, la leche y el aceite en una taza medidora o bol, luego vierte sobre los ingredientes secos y mezcla todo hasta que quede suave. Engrasa y forra un molde profundo (20 x 30 x 5cm) con papel vegetal. Vierte la mezcla de la tarta y hornea durante 30 minutos. Deja enfriar, luego desmolda sobre un plato para servir. Alternativamente, envuélvelo bien y guárdalo hasta 2 días.

• paso 3

  Termina de decorar la tarta: calienta la nata en una cacerola hasta que rompa a hervir. Coloca el chocolate negro en un bol grande y vierte la nata caliente. Remueve hasta que el chocolate se derrita. Usa un pincel limpio para pintar una capa de chocolate sobre 7 galletas alargadas, luego deja enfriar. Vierte el resto de la mezcla de chocolate sobre la tarta y alisa con un cuchillo. Tritura las galletas de chocolate, o golpéalas en una bolsa de congelación con un rodillo, hasta que se formen pequeñas migas. Espolvorea sobre la parte superior de la tarta.

• paso 4

  Coloca el chocolate blanco en un bol pequeño, ponlo sobre una cacerola con agua hirviendo a fuego lento. Déjalo durante 5 minutos o hasta que se derrita, luego viértelo en una pequeña bolsa de congelación. Espera 10 minutos para que la mezcla no esté demasiado líquida, luego corta un pequeño agujero en una esquina de la bolsa. Haz 2 pequeños puntos en cada fantasma, coloca una perla de plata en cada uno para hacer los ojos, luego escribe palabras y formas adecuadas en las lápidas. Deja reposar 30 minutos, luego clava las lápidas de galleta en la tarta y coloca los fantasmas alrededor. Para que los fantasmas 'vuelen', introduce un alambre fino (puedes conseguirlo en una floristería; recuerda retirarlo antes de comer) en la parte inferior del fantasma, luego colócalo en la tarta, ocultando el alambre detrás de una lápida.