Escalope de pollo
Este escalope de pollo crujiente, inspirado en el schnitzel vienés, se sirve con una colorida guarnición de rábanos encurtidos y toques de eneldo, pepino e hinojo.
Con pieles crujientes y doradas y un interior ligero y esponjoso, nuestras patatas fritas de triple cocción rozan la perfección. Es un proceso menos complicado de lo que parece, primero se hierven y luego se fríen dos veces. Sazónalas con escamas de sal marina para un acabado perfecto.
Valor nutricional: por ración
Corta las patatas en patatas fritas de 1½ cm de grosor. Cocínalas en una olla grande con agua salada hirviendo durante 5 minutos hasta que estén tiernas en los bordes. Escúrrelas bien y enfríalas sobre bandejas para hornear cubiertas con papel de cocina.
Llena una olla grande y profunda no más de un tercio con aceite y calienta a 130°C o hasta que un cubo de pan se dore en 1 minuto. Cocina las patatas en lotes durante 7 minutos cada lote, o hasta que estén ligeramente doradas y apenas crujientes. Escúrrelas sobre hojas de papel de cocina.
Sube el fuego para que el aceite alcance los 180°C o hasta que un cubo de pan se dore en 30 segundos. Fríe nuevamente las patatas en lotes durante 2-3 minutos cada lote hasta que estén profundamente doradas. Escúrrelas sobre papel de cocina y sazónalas con escamas de sal marina.