Patatas bravas: el encanto de un clásico español
Las patatas bravas no solo alimentan, sino que cuentan una historia de barrio, de barra de bar, de tardes compartidas. Son un bocado que, en su aparente simpleza, resume el espíritu abierto, cálido y sabroso de la cocina española.
Su origen es tan popular como su receta: se cree que nacieron en Madrid durante la primera mitad del siglo XX, cuando comenzaron a servirse como tapa en bares tradicionales. Rápidamente se extendieron por toda España, adoptando variantes regionales en la salsa y el corte de la patata.
Imposible que estén todos los que son, pero aquí va una pequeña muestra de algunos bares famosos por su patatas bravas.
Docamar (Madrid) – Famoso por su salsa brava secreta y casera, que elaboran desde 1963 y sirven generosamente sobre patatas crujientes.
Bar Tomás (Barcelona) – Sus bravas son célebres por ser muy picantes y acompañadas de alioli, en una receta contundente que atrae a locales y turistas por igual.
Las Bravas (Madrid) – Uno de los pioneros del plato, registró su propia salsa “brava” en los años 60, que hoy sigue siendo su gran reclamo.
Bar Alonso (Valencia) – Destaca por el equilibrio perfecto entre la cremosidad del alioli y el picante suave de la salsa roja, sobre patatas doradas al punto.
Bar Néstor (San Sebastián) – Aunque famoso por su tortilla, sus bravas ganan aplausos por el uso de patata gallega y una salsa picante con un toque ahumado muy especial.
Bodega Mateo Ruiz (Sevilla) – Ofrece unas bravas con alioli de ajo negro y salsa brava casera, con un toque andaluz que mezcla tradición y creatividad.
Bar El Pimpi (Málaga) – Sus bravas destacan por servirse con una salsa picante de inspiración morisca, con comino, pimentón y vinagre de Jerez.