Salsa de tomate casera
Esta salsa de tomate casera es un comodín útil para tener en la nevera: sirve para acompañar prácticamente cualquier plato y se conserva durante 3 meses en el refrigerador.
Esta receta de base de pizza rápida te permite no tener que planear mucho, ya que no necesitarás dejarla reposar más de 5 minutos. Luego añade una salsa de tomate y tus ingredientes favoritos y al horno.
Valor nutricional: por ración
Coloca la harina en un bol grande, luego añade la levadura y el azúcar. Haz un hueco en el centro, añade 200 ml de agua tibia y una pizca grande de sal, y mezcla con una cuchara de madera hasta que se incorpore toda la harina y obtengas una masa suave. Vuelca sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa durante 5 minutos hasta que esté suave. Coloca en un bol, cubre con un paño de cocina limpio y deja reposar durante 5 minutos. (Puedes dejar que la masa suba más si tienes tiempo, pero no es necesario para una masa fina.)
Calienta el horno a 240°C/220°C con ventilador/gas 8. Mete una piedra para pizza, una bandeja de hornear resistente o una bandeja de horno volteada en la rejilla superior del horno para que se caliente. Si has dejado que la masa suba, desgasifícala, luego divídela en dos bolas. Extiende una de las bolas sobre una superficie enharinada formando un círculo grande usando un rodillo, luego colócala sobre una bandeja de horno enharinada.
Espolvorea los ingredientes de tu elección, luego desliza cuidadosamente la pizza de la bandeja de horno directamente sobre la piedra caliente o la bandeja que has metido anteriormente en el horno. Hornea durante 8 a 10 minutos hasta que los ingredientes estén burbujeantes y la base esté crujiente. Retira del horno y repite con la segunda bola de masa.