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El Martini es uno de los cócteles más icónicos del mundo. Su origen se remonta a finales del siglo XIX, como una mezcla de ginebra y vermut seco. Inicialmente, algunos lo preparaban con vermut dulce, pero con el tiempo se popularizó la versión seca. La proporción entre los ingredientes siempre ha sido tema de debate, variando desde 3:1 hasta 7:1. El Martini se convirtió en símbolo de sofisticación, especialmente en la cultura popular del siglo XX. Se puede servir con una aceituna o un twist de limón como decoración.

Existen muchas variantes, como el Dirty Martini o Martini sucio, que incluye salmuera de aceitunas o el preferido del James Bond, Vesper Martini. También hay versiones modernas con vodka o sabores frutales, como el Martini de maracuyá. La copa en forma de V es parte esencial de su presentación. Hoy en día, sigue siendo una bebida elegante, perfecta para ocasiones especiales.

Tres consejos para preparar el Martini perfecto:

1. 🍸 Usa un vaso de Martini bien frío para mantener la temperatura ideal.

2. 🧊 Agita o revuelve con hielo para enfriar y diluir ligeramente la mezcla

3. 🍋 Añade un twist de limón o una aceituna para un toque final clásico.

  • 50 ml de ginebra a tu elección
  • 1 cdta de vermut seco
  • hielo

Valor nutricional: por ración

  • kcal109
  • grasa0g
  • saturadas0g
  • carbohidratos0.1g
  • azúcares0.1g
  • fibra0g
  • proteína0g
  • sal0g
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Preparación

  • paso 1

    Pon una copa de martini en el refrigerador para enfriar durante 10 minutos. Vierte la ginebra y el vermut en un vaso de mezcla o jarra llena de cubos de hielo. Revuelve con una cuchara de mezcla hasta que el exterior del vaso esté muy frío, luego prueba para verificar la dilución. Si es necesario, continúa revolviendo hasta que el martini esté diluido y frío a tu gusto.

  • paso 2

    Cuela el martini en la copa fría y sirve.

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