Las castañas son una de esas delicias de temporada, y pocos ingredientes anuncian tan bien que la Navidad se acerca como estos frutos secos. Esta receta de castañas, que se asan envueltas en papel de aluminio con una mantequilla dulce y aromática, son un aperitivo perfecto para las noches frías.
Valor nutricional: por ración
Precalienta el horno a 200°C/180°C con ventilador/gas 6. Coloca cada castaña con el lado plano hacia abajo sobre una tabla de cortar. Sostén cuidadosamente las castañas y, con un cuchillo afilado, corta una cruz en la parte superior de cada una, tratando de cortar solo la cáscara y no el interior. Transfiérelas a un tazón grande con agua recién hervida, cúbrelas y déjalas reposar durante 3 minutos.
Mientras tanto, coloca la mantequilla, la miel, la salvia picada y la canela en una sartén pequeña junto con ½ cdta de sal. Cocina a fuego medio-bajo y deja que la mantequilla se derrita, revolviendo para combinar. Escurre bien las castañas, secándolas con papel de cocina, luego transfiérelas a un cuenco. Vierte la mezcla de mantequilla y miel sobre ellas y revuelve para cubrirlas.
Coloca una hoja grande de papel de aluminio en una bandeja de horno con borde. Vierte las castañas y la mantequilla de miel en el centro del papel de aluminio en una sola capa. Junta los bordes del papel de aluminio alrededor de las castañas, dejando una abertura en la parte superior.
Transfiere al horno y asa entre 30 y 35 minutos o hasta que las cáscaras comiencen a rizarse y las castañas estén cocidas. Retira del horno, cierra la abertura en el papel de aluminio y deja reposar durante 5 minutos más. Transfiere a una fuente para servir, raspando todos los jugos de mantequilla. Decora con las hojas de salvia reservadas y espolvorea con escamas de sal marina. Sirve mientras aún están calientes con una cuchara para rociar más mantequilla de miel.
