8 pasos imprescindibles a seguir
- Pon la harina en el bol de un procesador de alimentos.
- Añade la mitad del peso de la harina en mantequilla fría en cubos, por ejemplo, usamos 250g de harina común y 125g de mantequilla. La mantequilla debe estar lo más fría posible; la mantequilla tibia o derretida hace que la masa quede grasosa.
- Añade una pizca de sal.
- Pulsa la mezcla hasta que se asemeje a migas finas, tipo pan rallado.
- Añade líquido en una cucharada cada vez. Usamos leche, pero tu receta puede requerir yema de huevo o agua, o una mezcla.
- Pulsa hasta que la masa comience a unirse, añadiendo una cucharada más de líquido si es necesario.
- Vierte sobre una superficie de trabajo y usa tus manos para presionar suavemente la masa en forma de disco.
- Envuelve con film transparente y deja reposar durante al menos 30 minutos o más.
Se conserva en el refrigerador hasta 2 días o en el congelador por 2 meses. Amasar o trabajar demasiado la masa puede hacerla dura. Si has manipulado demasiado tu masa, déjala reposar en el refrigerador el mayor tiempo posible.
Consulta también nuestra receta de masa quebrada básica y masa quebrada dulce.