
Cómo conseguir espumar la leche para el café como un barista
Kane Statton, experto en café y barista en Nude Espresso en Londres, comparte sus consejos para perfeccionar la elaboración de espuma de leche al hacerte un café en casa.
Para preparar cualquier café clásico como un macchiato o capuchino, siempre empezamos por hacer un café espresso. Entonces, ¿qué hace que todos sepan tan diferentes? Simplemente la cantidad y textura de la leche vaporizada.
Receta básica para espumar la leche
Para obtener la mejor textura, es muy importante que comiences con la leche de mejor calidad que puedas comprar. Idealmente, utiliza leche entera de vaca, ya que tiende a espumar mejor. Si no consumes lácteos, utiliza leche de avena. Necesitarás:
- Entre 100 ml y 250 ml de leche entera (dependiendo del café que estés preparando – consulta las recetas a continuación).
¿Qué es airear la leche?
La boquilla de vapor de tu máquina de espresso se utiliza tanto para calentar como para airear (también llamado a veces texturizar, vaporizar o incluso "estirar") la leche. Airear es sencillamente el proceso de agregar aire (en forma de burbujas) a la leche. Mantener la punta de la varilla de vapor cerca de la superficie de la leche provoca esto; escucharás el chisporroteo del aire. Cuanto más airees la leche, más espuma tendrás para tu bebida. Para hacer un capuchino, necesitarías más en comparación con un latte, por ejemplo.
Consejo principal: Intenta airear la leche dentro de los primeros cinco segundos para crear una leche espesa y aterciopelada con burbujas pequeñas.
Cómo verter la espuma de leche para que quede perfecto
Una vez que la espuma de la leche esté hecha, mueve ligeramente tu jarra de leche hacia un lado para que la leche gire en un remolino silencioso (no debe haber chisporroteos ni sonidos agudos) hasta que alcance la temperatura correcta. Puedes usar un termómetro hasta que alcance los 60 grados, o sostener la jarra con la palma de la mano hasta que queme ligeramente.
Mantén la leche en movimiento en la jarra antes de verter. Esto reduce la posibilidad de que la espuma y la leche se separen.

El proceso de añadir la leche se puede dividir en dos partes. Durante las etapas iniciales, debes intentar sumergir la leche debajo de la crema del espresso (la capa de color canela que se forma en la superficie del espresso). Para lograr esto, vierte a dos o tres centímetros por encima de la taza.
A medida que el volumen dentro de la taza aumenta, acerca la jarra a la superficie del café lo máximo posible mientras intentas verter la espuma en el centro de la bebida. Una vez que la jarra de leche esté cerca de la superficie de la bebida, inclínala hacia la taza para verter la leche más rápido. A medida que aumentas la velocidad, la leche comenzará a doblarse naturalmente sobre sí misma. Si este vertido se realiza correctamente, deberías crear una forma de nube uniforme. Este vertido es la base de un patrón de corazón, tulipán o roseta.
Elige el café adecuado para ti
Macchiato
Un café corto con solo un toque de espuma de leche. Ideal para aquellos que prefieren un café más fuerte. Prueba nuestra receta de macchiato.

Moka
Espresso mezclado con chocolate para beber suave, luego cubierto con abundante leche vaporizada para hacer una bebida cremosa y deliciosa. Ideal para aquellos a los que les gusta el sabor del café pero prefieren algo un poco más dulce. Prueba nuestra receta de moka.

Flat white
Este café está de moda y se puede encontrara prácticamente en cualquier cafetería de especialidad en cualquier rincón del planeta. Similar a un latte, la leche vaporizada se vierte sobre el espresso caliente. Es e cremoso en sabor pero contiene menos leche que un latte. Prueba nuestra receta de flat white.

Capuchino
Con un poco más de leche que un flat white, un capuchino cremoso es el punto medio perfecto para aquellos a los que les gusta un café con leche. Tradicionalmente cubierto con una pizca de cacao en polvo para un poco de dulzura añadida. Prueba nuestra receta de capuchino.
